lunes, 25 de enero de 2010

UÑAS DE GEL

Me encanta llevar las uñas pintadas. Es algo que llevo haciendo desde hace años y aunque supone una esclavitud, el resultado me compensa. En invierno, la laca me aguanta dos o tres días pero en verano es un horror puesto que con el agua, tengo que retocarlas casi todos los días. Para empeorar las cosas, las tengo bastante quebradizas y aunque he probado a estar meses sin pintármelas y cuidándomelas con todos los productos imaginables, ni aún así mejoran. 
 
Cuando hace unos años salieron las uñas de porcelana o gel, aunque hubieran sido la solución perfecta a mis problemas, la verdad es que me resistí a probarlas por varias razones. La primera de ellas era el resultado tan poco natural que se obtenía (o al menos el de varias amigas que las llevaban) con unas uñas excesivamente largas y cuadradas y a mi parecer incómodas. Además, eso de ir cada tres semanas a arreglártelas me suponía un exceso en tiempo y, no menos importante, de dinero. Y para colmo, me habían comentado que si por cualquier motivo te las querías quitar, tus uñas se quedaban tan frágiles como el papel.

No obstante, a principios del verano pasado con ocasión de una boda me animé a probar, pensando en quitármelas al mes. Pues bien, descubrí que el resultado era increíble ya que al darme la forma y la longitud a la que yo estaba acostumbrada, parecían realmente las mías. De hecho nadie en me preguntó si eran naturales o no puesto que lo daban por supuesto. Pero lo mejor de todo era que la laca me aguantaba perfecta durante una semana sin preocuparme lo más mínimo de fregar, hacer la camas, etc... y la llevaba todas igual de largas y sin peligro de roturas.

Y aunque como ya he dicho, mi idea era quitármelas al mes, comprobé que podía saltarme un poquito las reglas y evitar el gasto de dinero y tiempo, y seguir llevándolas perfectas. Os explico: cuando la uña ha crecido lo suficiente para que se note el escalón cerca de la cutícula entre el gel y la natural, con una lima de las que ellas usan algo más fuerte que las normales, suavizo ese escalón y le doy forma con lo que consigo que la uña siga creciendo sin que se note la falta de relleno. La punta sigue estando dura pero el resto es mi uña natural creciendo sana y el esmalte sigue durando una eternidad. Eso sí, no sólo hay que tener un poco de maña sino que además tienes que llevarlas preferentemente de colores oscuros para que no se note el corte entre el gel y el color de la uña natural, aunque un rosa no muy claro también hace puede valer.

Con esto, como ya he dicho, no sólo te evitas el gasto (y el tiempo) del relleno ya que así te pueden durar fácilmente entre cuatro y seis meses, sino que además cuando me queda poco gel al final de la uña y quiero dejarlas descansar, limo hasta eliminar por completo el trozo al que le queda gel y queda mi uña natural al completo.

lunes, 18 de enero de 2010

DOBLAR TOALLAS

Hace muchos años en un viaje a Lisboa me encantó una tienda de ropa para la casa en la que las toallas estaban colocadas de tal manera que la sensación de orden era absoluta . Así que cuando llegué a casa intenté llevar a la práctica la forma en que las doblaban y el resultado es tan bueno que, no sólo da un aspecto ordenado al armario de las toalla, sino que además es muy práctico a la hora de cambiarlas .

Concretamente se trata de doblar las toallas por juegos, de forma que cuando cambio las de uno de los baños, lo único que tengo que hacer es coger el paquete entero. En mi caso, para cada baño utilizo dos de ducha, dos de lavabo, una de bidet y una alfombrilla pero se puede adaptar en función de las que vosotros tengáis.

Primero doblo las de baño:

En cuatro y quedando los dobleces siempre hacia dentro
Y luego en tres
Y asi con las dos de baño


Luego las dos de lavabo:

En tres dobleces

Y otra vez en tres





Y por último la alfombrilla y la de bidet, a las que adapto el ancho en función de su tamaño.



 Por ultimo sólo en dos dobleces al ser más cortas que las de lavabo

Y voilá:


Siento las fotos pero ya dije que está claro que ese arte no es el mío. Y si os pasa lo mismo que a mí os invito a que os paséis por el blog de webos fritos en el que Mc está "impartiendo" unas clases de los más interesante y de las que a mí  me queda mucho que aprender.

lunes, 11 de enero de 2010

DE BIBLIOTECAS Y PASTELES DE PATATA

Me encanta leer y además lo hago deprisa lo cual se traduce en que puedo salir a uno o incluso dos libros por semana. Y eso con solo un rato que le dedico por las noches y algo más los fines de semana.

Hace un tiempo esto se traducía en un gasto considerable (que se lo digan al Circulo) y lo peor de todo la falta de espacio donde colocar todos los libros que iba acumulando. Pero hace un par de años descubrí mi salvación: la Biblioteca Regional. Si, podéis reíros, no es que no supiera que existía e incluso a qué se dedicaban jejeje, pero no me preguntéis el porqué jamás se me había ocurrido entrar allí y buscar algún libro. Pero fue gracias a una curiosa casualidad que me hice socia y desde entonces no dejo de dar gracias por ello. No sólo por poder disponer de todas las posibilidades de lectura a mi alcance sino también por las facilidades que ponen a tu disposición como la reserva de libros, la renovación de los prestamos vía web y un largo etcétera que sería largo enumerar.

Y toda esta introducción para hablaros de un libro que acabo de terminar y que se llama "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows. Creo recordar que fue en el blog de Demo (si no conocéis su blog no os lo perdáis) donde lo vi por primera vez y me picó la curiosidad y a quién no con ese título ¿verdad?. Y ahora al terminarlo puedo decir que se trata de un libro delicioso y mira que me cuesta utilizar esta palabra por lo cursi que e,s pero de verdad que no se me ocurre otro adjetivo más apropiado y que conste que no tiene nada que ver con el pastel del título. Se trata de una serie de cartas entre personajes de lo más variopinto con la literatura y la isla de Guernsey como nexo común en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.



Y si os pica la curiosidad y queréis saber algo más de el antes de acercaros a la biblioteca más próxima y sacarlo (o incluso de comprarlo) en este blog podréis encontrar más información.

lunes, 4 de enero de 2010

NUEVOS USOS PARA COSAS VIEJAS

Entre las páginas que visito que me son de más utilidad se encuentra Real Simple, la web de una revista americana muy vendida en ese país en formato impreso.

Entre las secciones que me encantan existe una en especial que se llama “Nuevos Usos para Cosas Viejas” y en la que te muestran ideas de cómo reutilizar objetos que se pueden encontrar en todas las casas para otros usos distintos del que inicialmente están pensados.

Hoy os muestro algunos de los que yo he probado y que os aseguro que funcionan:

Botes de ketchup


Utilízalos como dispensadores de la masa para hacer crepes o tortitas ya que permiten servir la cantidad justa y sin derramar nada del contenido. Además, con ellos puedes darle a tus tortitas la forma de Mickey Mouse con cierta precisión. Yo, en concreto, al igual que en la foto utilizo el del Ketchup (u otras salsas) de la marca Heinz. Además también lo uso como dispensador de caramelo liquido ya que suelo comprar el de la marca Royal cuyo bote de cristal es incomodo para servir y siempre se ensucia.


Laminador de huevos duros

Úsalo para cortar fresas o champiñones en rodajas uniformes para decorar tartas o ensaladas.
 
Bolsas de lavado para ropa delicada

Introduce dentro de ellas aquellos objetos pequeños que en el lavaplatos caerían al fondo del mismo durnate el lavado como por ejemplo tapas de contenedores, cubiertos pequeños, etc…

Jarrones grandes

Si te pasa como a mí que no sabes donde guardarlos cuando no tienes flores con los que utilizarlos, quedan genial en un rincón del baño como contenedores para el papel higiénico extra.


 Pinzas de la ropa

Utilízalas para sujetar los clavos y mantener tus dedos alejados del martillo.